¡Deja de existir ya!

“Je pense donc je suis” – Descartes

“Pienso, luego existo”, la famosa frase por la que la mayoría conocemos al filosofo francés René Descartes. y si aún no lo conoces, don’t worry!, yo aquí te lo presento. Lector, este es René Descartes, René fue un filósofo, matemático y físico francés (es que antes se usaba ser muchas cosas al mismo tiempo) y es considerado el padre de la filosofía moderna. René, ahora te presento a mi amado lector. Sin duda uno de los eruditos de los tiempos actuales y finísima persona que se toma cinco minutos de su tiempo para leer mis locuras.  Ya que se conocen podemos comenzar a filosofar…

Confieso que desde la primera vez que escuché la tan famosa frase,a mis 16 años, me enamoré de ella. Me identifiqué porque me considero cien por ciento una persona pensante, aunque la mayoría de las veces esto resulta bastante contraproducente. Ahora diez años después, sin hacer cálculos de edad, recordando las sabias palabras de Descartes les encuentro una aplicación diferente en mi vida.

Personalmente no soy fan de las traducciones literarias. Cuando se trata de leer a un autor extranjero prefiero hacerlo siempre en su lengua original, ya que muchas veces al traducir de un idioma a otro puede perderse la esencia de lo que el autor quiso decir. En este caso particular la frase original de Descartes, en francés, es: “Je pense donc je suis”, para la cual la traducción literal en español sería: “Pienso entonces soy” y no “Pienso luego existo” como todos conocemos. ¿Te suena diferente? ¿O piensas que sigue siendo lo mismo?.

“Pienso, luego existo”, si yo pienso existo, esta es la primicia. Sin embargo ¿Qué pasa con las cosas que existen, pero no piensan? Por ejemplo: la silla en la que estoy sentada existe, pero no le costó ningún trabajo existir. Es decir, alguien la diseño, otra persona la fabricó, alguien más la vendió y heme aquí sentada en la silla que existe. Todo lo que nos rodea existe simplemente por el hecho de que ocupa un lugar en el espacio, está ahí, lo podemos ver, sentir, tocar, puede no estar vivo pero es real y verdadero.

“Pienso, entonces soy”, si yo pienso soy. El ser supera la existencia, va mas allá de ser real y verdadero, es más que ocupar un lugar en el espacio, no sólo llena un vacío con materia, el ser es. Piensa, siente, desea, hace, crea y deja de ser, el ser tiene consciencia de sí mismo, de sus actos y de los demás. El ser vive.

Todos existimos sin excepción alguna. Formamos parte de este mundo y de la sociedad nos guste o no. Existimos involuntariamente, o sea, no pedimos existir sino que simplemente fuimos introducidos un día en esta vida y Voilà! Somos parte de una alguna familia, un algún país y así comenzó nuestra existencia, sin que hiciéramos el menor esfuerzo.

“¡Ser o no ser, es la cuestión!” dijo mi amigo Shakespeare. No siempre somos, no nos damos cuenta pero a veces solamente existimos. Caminamos envueltos en la rutina, entre problemas y banalidades, vamos por donde la vida nos va llevando. Ahí estamos, existiendo, inmóviles, tranquilos, dejando que la corriente nos arrastre lentamente. Pueden pasar días, meses incluso años y, tal vez, nunca nos demos cuenta de que nuestra existencia no ha sido nada más que eso, nada más que existir.

Cuando somos pensamos, nos cuestionamos, nos retamos, luchamos contra nuestra propia existencia para lograr SER. Ser la persona que queremos, ser fuertes, ser valientes, ser felices. “El hombre es, por que no es y quiere serlo”

Ser no es fácil, no culpo a Shakespeare por dudar entre ser o no ser. La diferencia entre ser y existir depende de nosotros y nadie más. Yo soy yo y nadie es, ni será por mí.

¿Tu eres o existes?

Besos filosóficos

I.